En medio de la devastación causada por el paso reciente del huracán Otis en Acapulco, México, los creyentes que viven en esa ciudad dan testimonio de cómo Dios los guardó. Para ellos los bienes materiales son secundarios y agradecen por haberles salvado la vida.
En este reporte para GNA del pastor Oscar Moedano, de la Iglesia Aliento de Vida, podemos observar los daños provocados por la tormenta y ver cómo iglesias de diferentes partes del país se han organizado para llevar ayuda a los damnificados.
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