Perú: Marleny encuentra esperanza gracias a organización cristiana

Marleny se quedó sin apoyo para su hija Guadalupe, que vive con una discapacidad. Sin esperanza, Marleny no tenía a quién pedir ayuda. Fue entonces cuando llegó Jesús…

Un vecino visitó a Marleny y le habló de Jesús. Las Buenas Nuevas la fortalecieron para seguir adelante y acudió a una iglesia local. A través de su iglesia, Marleny se enteró de que la organización Joni and Friends vendría a entregar sillas de ruedas y otros equipos de movilidad a personas de la comunidad.

En una actividad de Joni and Friends, Guadalupe recibió una silla de ruedas muy necesaria, entregada y adaptada con amor. Y Marleny recibió una esperanza renovada, sabiendo que Dios vela por ella y por sus hijos.

www.joniandfriends.org

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GUIÓN:

 

“Yo no tenía dónde vivir. Yo he sufrido bastante. Mis suegros me golpeaban, me pegaban. Yo les denuncié porque me la rompieron. Me dijeron que la dejara morir porque en su familia no tenían una niña así como mi hija. No me avergonzaba de ella porque es mi hija”.

 

En todo el mundo, las personas con discapacidad y en pobreza enfrentan rechazo y discriminación.

 

“Ella nació con síndrome de Down. Tiene fractura de la caderita, por eso no camina. Yo donde voy la llevo. Y ellos me pelean. No me dejan tranquila. Vienen, me insultan y se van. Yo ya los denuncié. Porque a mis hijas también las atacaban. Más me dedico a ella. Aquí paso con ella porque las demás van al colegio”.

 

“La cambio, le doy la comida. No come sola. Yo vivía deprimida al ver que no podía mantener a mis hijas. Yo pasaba llorando porque no sabía cómo”.

 

Millones de personas necesitan la libertad y la dignidad que puede traer una silla de ruedas.

 

“La señora Anita me comenzó a hablar. Como que me animaba. Y cuando me habló de Dios, sentí un alivio que me dio más fuerza para trabajar”.

 

“Joni and Friends” proveen una movilidad que cambia vidas mediante sillas de ruedas a medida.

 

“Hace poco me habló la señora Anita Vega de la iglesia. La señora Anita me dijo que fuera. Este año recién comencé. Agradecer porque me han dado una silla para mi hija, porque no tenía. Podré llevarla a donde vaya porque antes la dejaba encargada porque no podía porque yo soy operada y pesaba. Lo veo como un regalo de Dios. Él me ilumina donde yo vaya con mis hijas. Me abre siempre las puertas”.

 

Cada silla de ruedas se entrega con el mensaje de esperanza en Jesús.

 

“Saludo a ustedes porque están apoyando a tantos niños que caminan y lo necesitan. A niños, como mi hija. Que sigan siempre apoyando, dando un granito de arena que Dios se los multiplica. Que Dios les dé más vida y salud para que sigan apoyando a los que de verdad lo necesitan.”

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